Este 2 de marzo, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha vuelto a protagonizar dos episodios incómodos en las escaleras del Air Force One. El primero sucedió antes de que el avión presidencial despegara del aeropuerto internacional de Dulles (Washington D.C.) con rumbo a la ciudad de Charlotte (Carolina del Norte).
Los brutales vientos en la zona superaban los 48 km/h, pero el líder estadounidense no pensó en ayudar a su esposa a llegar hasta el avión. En vez de eso, salió rápidamente del todoterreno y se apresuró a subir a bordo sin siquiera mirar atrás, y mucho menos ayudar a la primera dama.
Melania tuvo que llegar al avión sola, subiendo las escaleras, con la dificultad añadida de unos tacones altos, y protegiéndose del viento con un abrigo negro.
Después de aterrizar, el mandatario intentó agarrar la mano de Melania varias veces, pero la primera dama ignoró sus intentos y prefirió mantener su mano derecha sobre su atuendo, ya que el viento en el aeropuerto de destino también era fuerte.
Se trata un nuevo episodio, luego que recientemente el presidente dejó a su hijo y esposa expuestos a la lluvia, mientras que Melania varias veces se ha negado de darle la mano a su esposo en público. RT