Ciudad de México, 10 de marzo (SinEmbargo/Infobae). Delvon King había sido arrestado por tener un arma cargada sin permiso de portación. El 23 de julio de 2014 compareció por primera vez ante el juez Robert Nalley, de Maryland. Había decidido ser su propio abogado.
Ciudad de México, 10 de marzo (SinEmbargo/Infobae). Delvon King había sido arrestado por tener un arma cargada sin permiso de portación. El 23 de julio de 2014 compareció por primera vez ante el juez Robert Nalley, de Maryland. Había decidido ser su propio abogado.
A poco de comenzar la audiencia, se hizo evidente que el magistrado no tenía mucha paciencia con la manera de proceder del acusado y defensor. ¿Señor King Ali, tiene algo para presentar?, le preguntó en un momento. La respuesta que recibió fue objeción su señoría.
Ya definitivamente molesto, Nalley arremetió: No, no, no puede objetar. Tiene que contestar mi pregunta. Si o no. ¿Tiene algo para presentar? ¿Tiene preguntas que quiere que le haga al jurado?.
King seguía leyendo el escrito que había preparado y no parecía dispuesto a responder al juez, ni a callarse. De todos modos, en ningún momento hizo gesto o movimiento alguno que pudiera ser considerado amenazante. Poco le importó eso al magistrado.
Decidido a callarlo como sea, le dio la orden al policía que custodiaba la sala de activar la tobillera eléctrica que el acusado llevaba puesta por precaución, para evitar que escape. Señor sheriff, hágalo. Úsela, indicó.
El oficial ejecutó y King cayó derrumbado. Sus gritos de dolor por la descarga de 50 mil voltios que recibía retumbaban en toda la sala. Al ver que el hombre seguía retorciéndose en el suelo, Nalley decidió ir a un receso. Bueno, vamos a tomarnos cinco minutos y volvemos, dijo, y se levantó de su silla. King continuaba gritando en el piso.
El juez, hoy retirado, fue procesado y se declaró culpable en marzo de 2016 de violar los derechos civiles del acusado, reconociendo que era totalmente innecesario electrocutarlo. Fue condenado a un año de probation y le exigieron atender a clases de control de la ira. Por su parte, King accedió a cumplir una sentencia de dos años por el caso del arma.
Esta semana, un años después, King presentó una demanda contra Nalley, exigiéndole una indemnización de 5 millones de dólares por el daño que le causó. Según sus abogado, aún hoy sufre de ataques de pánico por el trauma que le produjo el incidente.