Se acerca el día de la Candelaría y los mexicanos ya
estamos armando las tamalizas entre amigos, compañeros de oficina y familiares,
pero ¿conoces el valor calórico de los tamales? Y, si lo haces torta de tamal,
¿cuántas calorías le estás añadiendo?
En realidad, los tamales son un platillo nutritivo si se
prepara con ingredientes de calidad y, además, en diferentes estados de la
República Mexicana se aprecian diferentes expresiones de esta preparación. Se
estima que en México se preparan más de cinco mil variedades en donde se emplean
hojas de maíz, plátano u otros envoltorios.
En el norte, son populares los tamales de frijol, en
Michoacán están las corundas, en San Luis Potosí tenemos el tradicional tamal
de fiesta, el zacahuil y, en la zona centro de México el tamal de elote (checa
esta receta), que es tradicional de mercados, ferias y tianguis.
Además, el tamal puede tener diferentes rellenos: de
puerco, de mole, de verduras o, bien, de pescados o mariscos.
El tamal yucateco
El tamal más mortifero podría ser el de Yucatán por la
gran cantidad de mateca que puede llevar, que es lo que, para muchos, es lo que
le da un sabor especial.
La nutrióloga Martha Guillermo Magaña, responsable del
área de prevención y nutrición de la coordinación de salud de la Uady, dijo que
el problema que tiene la gastronomía típica no es su alto contenido en grasas
sino que los yucatecos no sabemos comer.
El problema está en que no sabemos comer, comemos en
exceso las porciones, no nos sentimos satisfechos con un panucho o con un tamal
y generalmente pedimos, por ejemplo, una torta de cochinita con dos tacos de
lechón. Realmente la comida yucateca la
satanizamos porque tradicionalmente es alta en grasas, pero nosotros podemos ir
modificando algunas cantidades y la calidad de ciertos condimentos para reducir
un poco estas calorías, pero eso no significa que perdamos el gusto y el sabor
de nuestra gastronomía.