Febrero 09, 2018 08:00 PM
Una chica sobrevive a su 'muerte' y "reta a la propia naturaleza de la existencia"
El caso de la afroamericana estadounidense Jahi McMath "reta a la propia naturaleza de la existencia", asegura la revista semanal The New Yorker.
En 2013, cuando la joven tenía 13 años fue sometida a una operación para sacarle las amígdalas y, durante la intervención, empezó a sangrar por la boca y la nariz y su corazón dejó de latir. Aunque los doctores lograron reanimarla, días después declararon que había sufrido muerte cerebral.
Una ley vigente en Estados Unidos define que una persona se considera muerta tras sufrir "el cese irreversible de todas las funciones de todo el cerebro, incluido el tallo cerebral". Sin embargo, la madre de la paciente aseguraba que la piel de su hija seguía estando tibia y, en ocasiones, movía sus manos, tobillos y caderas. Por este motivo, su familia se negó a desconectar la sonda que la mantenía viva y su cerebro aún manifiesta rasgos de actividad años después.
La situación de esta joven se hizo pública a través de los medios y las redes sociales. Algunas personas estiman que no recibió la atención necesaria por el color de su piel y han convocado manifestaciones para mantenerla viva e investigar las causas de su estado.
Tras sentirse presionada por parte de las autoridades del hospital donde se encontraba Jahi McMath, sus parientes decidieron trasladarla a otro centro sanitario a cambio de hacerse "completa y exclusivamente responsables". Un forense firmó el certificado de defunción de la menor y en la causa de la muerte escribió: "La investigación queda pendiente".
Diversos especialistas sostenían que había que apagar la sonda de la menor porque estimaban que estaba muerta, mientras que otros señalaron las diferencias en diferentes documentos legales vigentes a la hora de definir el término 'muerte'.
Una 'muerta' que reacciona
En su nuevo hospital, recibía visitas regulares de un terapeuta musical y, cuando tocaba melodías con su arpa, alteraba el ritmo cardiaco de la moribunda. Al darse cuenta de esta circunstancia, su madre le pidió que moviera algunas partes del cuerpo y lo hizo, como quedó registrado en algunos videos.
En un momento determinado, McMath tuvo su primera menstruación. Ese hecho atrajo la atención de Calixto Machado, especialista cubano en Neurofisiología, porque el proceso está controlado por el hipotálamo y supondría que el cerebro de la chica no había perdido todas sus funciones neurológicas.
Machado confirmó que su diagnóstico inicial era correcto, apreció que un escaner certificaba que algunas partes del cerebro de la paciente estaban intactas y destacó que su ritmo cardíaco cambiaba cuando escuchaba la voz de su madre, algo que no se observa en un paciente realmente muerta.
Ese experto intentó que las autoridades anularan el certificado de defunción de Jahi McMath, pero no tuvo éxito.
"Cierto grado de recuperación"
Otro neurólogo, Alan Shewmon, estimó que opinó que Jahi podría padecer "una penumbra isquémica", un estado que se puede confundir con una muerte cerebral pero, en realidad, es fruto de un flujo sanguíneo tan débil que no se detecta en un examen médico estándar que, si existe, permitiría "cierto grado de recuperación".
Tras estudiar los videos grabados por la madre de Jahi McMath y diversos documentos relacionados con el estado de su hija, otros expertos han concluido que el diagnóstico de que su cerebro había muerto sí era correcto en el momento inicial pero, posteriormente, habría recuperado algunas de sus funciones, con lo cual se trata de "una joven extremadamente discapacitada, pero muy viva".
Su familia asegura que apagará la sonda que la mantiene con vida si se certifica que el cerebro de la joven está verdaderamente muerto.
Publicado por:NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA
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Febrero 09, 2018 08:00 PM
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