Junio 27, 2018 07:00 PM
Un recorrido por Socotra, la extraña isla que enamoró a Julio Verne
Con una flora y fauna únicas en el planeta, el archipiélago perteneciente a Yemen inspiró al autor francés para crear el mundo subterráneo del clásico Viaje al Centro de la Tierra. Esta nota cuenta qué la hace tan especial.
Estamos navegando por el océano Índico y de pronto nos topamos con otro mundo dentro de nuestro planeta. Plantas exóticas que nunca vimos en otro lado, animales extraños dignos de admiración, formaciones diferentes a las que estamos acostumbrados. Un escenario digno de un cuento. Se trata de la isla de Socotra.
También llamado Socotora, el territorio forma parte de un archipiélago de cuatro islas en el océano Índico, siendo las que la acompañan Abd Al Kuri, Samha y Darsa. Tiene alrededor de 3.600 kilómetros cuadrados de superficie y se encuentra a 250km al Este del cabo Guardafui y a 350km al Sureste de las costas de Yemen, país al que pertenece. Se trata de un lugar único en el planeta en el que conviven alrededor de 800 especies que no están en ningún otro rincón del mundo, razón por la que el archipiélago fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2008.
Los primeros ptolomeos, soberanos griegos de Egipto en la época helenística (siglos IV a I A.C.), exploraron las costas de la isla, cartografiándolas y fundando comercios en los litorales africanos (en las actuales Eritrea y Somalia), desde las que iniciaron relaciones comerciales con India para traer perfumes, perlas y otros productos exóticos muy apreciados por la alta sociedad. Socotra fue así colonizada por mercaderes y negociantes, convirtiéndose en la principal escala de la ruta hacia la India. Una leyenda local cuenta que los habitantes fueron convertidos al cristianismo por el propio apóstol Tomás en el año 52 D.C.
Pero las islas pasaron a estar bajo el control de los sultanes Mahra en 1511 hasta que se convirtieron en un protectorado británico en 1886 debido a su posición estratégica. Con la independencia de Yemen del Sur en 1967, las islas pasaron a su soberanía.
Socotra es uno de los puntos más aislados del mundo y la mayoría de sus 44 mil habitantes vivieron durante décadas sin electricidad, agua corriente ni calles pavimentadas. De hecho, durante muchos años, sólo se podía acceder a Socotra en barco, lo que se hacía casi imposible en época de monzones. Recién en julio de 1999 se abrió por fin el aeropuerto.
Este aislamiento, junto al intenso calor y la falta de agua, son la combinación que da origen a una flora única y extremadamente vulnerable a los cambios, lo que hace que la mayoría de las plantas que pueblan la isla sean endémicas, es decir que solamente pueden subsistir en una región con determinadas características, que en el caso de Socotra difícilmente pueden encontrarse en otro lado.
Son justamente estas particularidades las que trajeron a la isla personajes históricos.
Si bien la leyenda cuenta que Alejandro Magno conquistó Socotra porque en ella había gran cantidad de aloes que servían para curar las heridas y enfermedades de sus soldados, sin dudas, fue la literatura la que hizo popular a la isla. En la obra maestra Viaje al Centro de la Tierra, de Julio Verne, un profesor de ciencias y su sobrino se encuentran con criaturas extrañas y tierras desconocidas mientras viajan por debajo de la superficie del planeta.
Uno puede no conocer Socotra, pero probablemente reconozca la foto del espectacular Dragon Tree, un árbol muy peculiar con forma de paraguas y de densa ramificación, o su característico árbol de pepino que tanto inspiró a Verne. Las extrañas formas de las plantas de Socotra ayudaron al escritor a crear el mundo subterráneo de una de sus historias más famosas.
Y es que esta isla es muchas veces descrita como anclada en la prehistoria, o bien como un rincón procedente de otro planeta, totalmente abstraído de la Tierra. Un escenario poético. Fuente:Infobae
Publicado por:NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA