Es probable que la mujer que grabó la escena se esperara el desenlace más obvio. Frente a sus ojos ocurría una furiosa lucha entre un pequeño conejo blanco y una serpiente: el animal saltaba, mientras el reptil intentaba morderlo y enroscarlo. La victoria de la serpiente parecía segura.
Pero la filmación, captada en Cave Creek, en Arizona, muestra que el duelo tuvo un giro inesperado. El conejo vuelve y ataca a la serpiente una, dos, tres veces: lo muerde y saltan enroscados. Hasta que, finalmente, es el reptil quien se ve obligado a abandonar la batalla.
En las redes sociales los usuarios se alegraron de la victoria del peludo animal. Tenía miedo que la serpiente lo mordiera, escribió una.
Otros, en cambio, ofrecieron hipótesis sobre los motivos del insólito comportamiento del conejo. Varios opinaron que la agresividad del animal podría explicarse por la necesidad de proteger a sus crías, amenazadas por la presencia del predador.