El fabricante Tesla ha reconocido en las últimas horas que el coche que se empotró la semana pasada en una autopista de California contra un muro de hormigón llevaba activado el piloto automático. El accidente causó la muerte al conductor en lo que es el segundo siniestro mortal de un Tesla que circulaba en modo autónomo en Estados Unidos. La noticia, además, llega pocos días después de que un vehículo de Uber sin conductor atropellase a una mujer, lo que ha reavivado aún más el debate sobre la seguridad de los sistemas de conducción automática.
Según un comunicado publicado este viernes, el Tesla Model X tenía activado el sistema de conducción automática en el momento del choque, ocurrido en la carretera 101 de Mountain View, California. Además, según añade la compañía de Elon Musk, el conductor no actuó en el momento del accidente pese a recibir reiterados avisos por parte del coche de que pusiera las manos sobre el volante. "El conductor contaba con unos cinco segundos y 150 metros de visibilidad antes de chocarse, pero los registros del vehículo muestran que no se llevó a cabo ninguna acción por parte del conductor", aseguran.
El comunicado emitido por la compañía no señala por qué el sistema de conducción automática no pudo detectar el muro de hormigón contra el que se acabó estrellando el coche. Según los informes de las autoridades de tráfico, el Model X chocó contra el muro de la mediana de la autopista por causas que se desconocen. Acto seguido, otros dos vehículos impactaron contra el vehículo, que acabó incendiado. El conductor del Tesla, de 38 años, murió a las pocas horas a causa de sus heridas en un hospital.
La Administración Nacional de Seguridad Vial (NTSB, por sus siglas en inglés) ha puesto en marcha una investigación acerca de lo sucedido. El modo "piloto automático" de Tesla permite a sus conductores retirar las manos del volante durante periodos de tiempo. De acuerdo con la compañía, Tesla solicita a sus usuarios que mantengan las manos en el volante en todo momento antes de utilizar el modo de conducción automático, pero sus clientes suelen usarlo por la libertad que da no tener las manos al volante. Las acciones de la empresa cerraron la semana con un fuerte descenso en Bolsa durante los pasados martes y miércoles, antes de conocerse el comunicado, y se recuperaron a finales de semana.
La NTSB ya abrió otra investigación por el accidente mortal con un Tesla con piloto automático ocurrido en mayo de 2016, cuando un Tesla S se empotró contra un remolque blanco al que el sistema confundió, supuestamente, con el cielo. Más recientemente, las autoridades han puesto en marcha otra investigación por el primer atropello mortal en el país con un vehículo también circulando en piloto automático. En este caso, de un Volvo de Uber en Arizona.