Quiso abusar de su propia esposa y ahora está tras las rejas

 Luego de una maratónica audiencia, vinculan a proceso a Gustavo N por el delito de violencia familiar, y le decretan prisión preventiva por cuatro meses.
El juez segundo de control Luis Mugarte Guerrero, decretó el auto de no vinculación por tentativa de feminicidio agravado, debido a que los fiscales no pudieron aportar datos de prueba para demostrar la comisión de ese ilícito.
En la audiencia realizada ayer en el Centro de Justicia Oral de Mérida, el acusado de nueva cuenta se reservó el derecho de rendir su declaración sobre los hechos que se le imputan.
El juez Mugarte Guerrero otorgó a la Fiscalía General del Estado un mes de plazo para el cierre de investigación de este caso.
En la causa penal, que es la 13/2018, se indica que en los primeros minutos del 19 pasado, la víctima, el ahora acusado y el hijo menor de la mujer, llegaron a su casa en la calle 46 entre 133 y 135 del fraccionamiento Villa Magna del Sur, luego de que estuvieron en una fiesta e ingirieron bebidas embriagantes.
El sujeto le propuso a su mujer tener relaciones sexuales, pero ella le indicó que subiría a su hijo para arroparlo y acostarlo para dormir, pero cuando regresó a la planta baja, el al ahora acusado le insistió en tener sexo, ella se volvió a negar.
Esto molestó al hombre y comenzó a reclamarle pues ya estaba cansado de que siempre lo rechazara,  por lo que se apoderó de un cuchillo de la cocina y al tiempo que le gritaba “si no eres mía, no eres de nadie”, la atacó en dos ocasiones en el lado izquierdo del cuello.
No conforme con ello, el sujeto le da un puñetazo en la cara que hace que la mujer se desmaye, por lo que la carga y la lleva a recámara, donde le quita la ropa e intenta violarla, pero por el grado de intoxicación etílica se durmió, no sin antes echarle vino a las heridas de su mujer, quien de nueva cuenta se desmayó.
Alrededor de las seis de la mañana, la víctima despierta y se da cuenta de que siguen sangrando en el cuello, por lo que le manda un mensaje de texto a su vecina para que la ayude y solicite una patrulla.
Minutos después llegó una unidad de la SSP, cuyos tripulantes detuvieron al agresor. Sipse.

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