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Mayo 01, 2025 05:00 PM
¿Quién era el suboficial Iván Morales Corrales?

¿Quién era el suboficial Iván Morales Corrales?

A sólo un día de que se cumplieran 10 años de haber sobrevivido a uno de los atentados más violentos cometidos por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) contra fuerzas federales, el ex policía Iván Morales Corrales fue asesinado este 30 de abril de 2025.

Su muerte ocurrió poco antes del aniversario del ataque del que escapó milagrosamente en 2015, cuando un helicóptero militar fue derribado durante la llamada "Operación Jalisco".

Su historia, marcada por el horror, la resistencia y un reconocimiento oficial, terminó en un ataque armado que ha sido interpretado por las autoridades como una posible venganza por su pasado como agente federal y sobreviviente clave del atentado atribuido a Rubén Oseguera González, alias "El Menchito".

Un operativo secreto con un objetivo claro: capturar a “El Mencho”

La madrugada del 1 de mayo de 2015, Iván Morales Corrales, suboficial de la División de Inteligencia de la Policía Federal, formó parte de un operativo aéreo encubierto con una sola misión: capturar a Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del CJNG. Lo acompañaban 16 elementos del Ejército Mexicano y una compañera policía.

Lo que parecía una operación de rutina terminó en tragedia. El convoy aéreo fue emboscado por sicarios armados con fusiles Barrett .50, ametralladoras Browning M2HB y lanzagranadas RPG-7. La embestida fue tan feroz que dos granadas impactaron directamente el rotor del helicóptero Cougar con matrícula 1009, provocando su caída.

“Me empecé a quemar muy rápido”: el infierno en el aire

En entrevistas previas, Morales narró cómo el fuego comenzó a devorar la aeronave segundos después del impacto. Consciente pero herido, logró desabrocharse el cinturón y arrastrarse entre los restos ardientes para salir. “Me empecé a quemar muy rápido. Me quité la chamarra, el chaleco. El chaleco antibalas me salvó el pecho y la espalda”, dijo.

Con el uniforme en llamas y la piel derritiéndose, escapó como pudo, rodó para apagar las llamas, cortó cartucho con su pistola 9 mm y se escondió detrás de una roca mientras el resto del grupo era aniquilado por las ráfagas de los sicarios.

Ese día murieron 9 personas, incluidos ocho militares y su compañera Alejandra, también policía federal. Morales fue uno de los pocos sobrevivientes del ataque. Minutos después, fue rescatado por personal militar y trasladado a un hospital en Guadalajara. Lo que siguió fue una larga batalla por la vida.

Reconstruido entre cirugías, dolor y cicatrices

Morales fue trasladado en estado crítico al Hospital Central Militar en la Ciudad de México. Sufría quemaduras de tercer grado en más del 70% de su cuerpo y pasó varios meses en coma inducido. Durante ese tiempo, se sometió a más de 15 cirugías reconstructivas. Su caso se convirtió en símbolo de heroísmo dentro del cuerpo médico y de seguridad federal.

Durante su hospitalización, se casó con su pareja, que estaba embarazada al momento del ataque. El hijo que esperaba fue su motor para aferrarse a la vida. “Voy a ser papá””, fueron algunas de sus primeras palabras tras despertar del coma, según relataron médicos y compañeros.

Reconocimiento oficial y la ovación de 10 mil personas

En diciembre de 2015, durante la ceremonia del 90º aniversario de la Policía Federal, el entonces presidente Enrique Peña Nieto le otorgó el Mérito Policial de Primera Clase. Morales, aún con secuelas visibles, subió al escenario entre aplausos. Diez mil personas lo ovacionaron durante casi un minuto.

Años después, recibió las escrituras de una vivienda entregada como parte del programa de apoyo a elementos caídos o heridos en cumplimiento del deber. El gobierno lo consideraba un “héroe viviente”.

Su historia fue clave en la condena de “El Menchito”

Durante el juicio federal contra Rubén Oseguera González, alias “El Menchito”, celebrado en Estados Unidos en 2023, un testigo anónimo narró un testimonio idéntico al de Morales. Aunque su nombre no fue revelado públicamente, la descripción coincidía perfectamente con la historia del ex policía: sobreviviente de un helicóptero derribado, con quemaduras, que escapó y se refugió tras una roca mientras la zona seguía bajo fuego.

Según los documentos judiciales, fue “El Menchito” quien dio la orden de derribar el helicóptero en Villa Purificación, Jalisco, para evitar la captura de su padre. Un narcocorrido compuesto tras la acción confirmaba la autoría: “Si saben contar, no cuenten conmigo. Esos del gobierno se la pegan de muy vivos…”.

Este testimonio ayudó a cimentar la sentencia de cadena perpetua contra “El Menchito”, dictada por una corte federal estadounidense.

Casi una década después del ataque, la historia de Iván Morales Corrales terminó de forma brutal. El 30 de abril de 2025, fue emboscado y asesinado a balazos en Temixco, Morelos. Iba acompañado por una mujer cuando una camioneta blanca Urban les cerró el paso. Sujetos armados dispararon al menos 15 veces antes de huir a pie, para luego escapar en motocicletas.

Morales murió en el lugar. La mujer también fue declarada sin vida por los paramédicos. La Fiscalía de Morelos abrió una carpeta de investigación con una hipótesis principal: un posible ajuste de cuentas relacionado con su participación en la operación contra el CJNG o con su colaboración judicial en el extranjero.

Un héroe que incomodaba

La historia de Morales incomodaba. Era un testigo viviente del poder de fuego del CJNG, del costo humano de la guerra contra el narco, y del fracaso institucional para proteger a sus elementos más valientes. Su muerte, justo antes del aniversario del ataque, no parece una coincidencia.

Tampoco fue un crimen común. Los métodos del ataque indican planeación, seguimiento y objetivo preciso: silenciar a quien sobrevivió para contar la historia que los líderes del narco preferían enterrar.

Iván Morales Corrales vivió para contar una historia que pocos podrían narrar: cómo se sobrevive a un ataque aéreo, al fuego enemigo, al dolor físico y a la desidia oficial. Su muerte no borra su historia. La perpetúa. Porque en un país donde sobrevivir a los cárteles es una hazaña, morir en manos de los mismos verdugos años después, es una tragedia que exige respuestas.

Publicado por:NOTICIAS DE YUCATÁN

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Admin Mayo 01, 2025 05:00 PM MÉXICO

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