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Abril 24, 2018 12:00 AM

Por codicia, gente pelea por el pepino de mar: Albert Camargo SSP

 

 

Ni la Secretaría de Marina ni la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) tienen la capacidad suficiente para vigilar la costa de Yucatán durante las temporadas de especies, en especial aquellas que representan un alto riesgo para la seguridad, como la del pepino de mar, que codician furtivos y crimen organizado.

Sin embargo, durante esta temporada no se registró ningún incidente violento en la costa yucateca, después de que en los dos años previos sí se presentaron asaltos de alto impacto en alta mar y gasolineras.

La razón del saldo blanco en materia de crímenes y delitos en la costa durante estas dos semanas de captura de pepino de mar se debe a que, tanto la Marina como Conapesca se coordinan con el Ejército, la Policía Federal y la Procuraduría General de la República (PGR), y a nivel estatal con la Secretaría de Seguridad Pública, cuya labor de vigilancia y prevención aportaron al mecanismo de seguridad en el litoral norte, y también participan las policías municipales.

Durante la temporada que recién terminó, Conapesca apenas tenía 11 inspectores para cubrir los 350 kilómetros de litoral yucateco, desde Celestún hasta El Cuyo. Además, esa franja va más allá del Arrecife Alacranes, ubicado a 130 kilómetros de la costa.

En la temporada se otorgaron 594 permisos para capturar pepino de mar, repartidos entre tres mil pescadores en 800 lanchas. Es un inspector por cada 54 permisos; o uno por 72.7 lanchas; o uno por cada 373 pescadores.

En toda la costa hay entre 12 mil y 15 mil pescadores. Es decir, cada inspector de Conapesca tiene que vigilar mil pescadores.

Jorge Albert Camargo, comandante de la SSP y coordinador del litoral norte de Yucatán, enfatiza en que este año no se han presentado hechos delictivos de alto impacto en la zona.

La SSP tiene un trabajo estrecho con las instituciones, la Secretaría de Marina, el Ejército, Conapesca y la Policía Federal, a través de recorridos, bases de operaciones mixtas y puestos de revisión, menciona.

Si Conapesca solicita, se brinda el apoyo en el campo para operativos en embarcaciones o bodegas con alguna denuncia, señala.

Aunque se trata de un delito federal, la SSP es el “primer respondiente”, dada su capacidad de despliegue táctico sobre el terreno y unidades que vigilan la costa; esto desde que se implementó el nuevo sistema de justicia penal. Por esto pueden remitir los hechos a las instituciones correspondientes, explicó el comandante.

Consideró que la pesquería del pepino de mar ha provocado que la misma gente, por su codicia, se pelee por él, dado el alto valor del producto; entonces se aprovechan de eso y entre los mismos pescadores hay conflictos.

Indicó que entre los mismos cooperativistas y comités náuticos llegan a “dimes y diretes”, pero en pocas ocasiones ha ocurrido algo grave. En cuanto al problema de robo de motores, señaló que es por problemas de falta de pagos de los patrones a los empleados, entonces éstos buscan “cobrárselo”, pero no es algo común ni sistemático.

JCRM propone policía marítima
Jorge Carlos Ramírez Marín, candidato al Senador por el PRI, Verde y Panal, señaló que la situación del pepino de mar “sin duda puede poner en riesgo la seguridad en Yucatán”. Hechos como el robo de motores, son fenómenos a los que se debe poner atención, expresó.

“El principal problema no es el pepino; es la consecuencia de cómo se pesca pepino. A partir de su aparición he visto el aumento de problemas sociales en municipios costeros. Cuando se mete al mar a sacar pepino clandestino, también saca langosta clandestina, pulpo clandestino, arponea lo prohibido y se lleva todo”, afirmó.

Señaló que los pescadores yucatecos tienen una cultura muy estricta en cuanto a la pesca, “la mejor del país”, que es el respeto riguroso a la veda, pero que hoy se pierde porque “es imposible controlar la pesca clandestina”.

“El pescador tiene necesidad de pescar, pero el yucateco siempre ha respetado las vedas. Aquí se trata de empresarios avorazados que traen gente de otros estados a violar las vedas en Yucatán, a malear y echar perder el ambiente de los municipios costeros”, insistió.

El problema es que los pescadores que se sumergen por el pepino de mar son prescindibles para los empresarios que negocian sin importarles la vida humana, las leyes o la seguridad.

Para el político, los pescadores que vienen de otras entidades lo hacen porque es su opción final y única: “Cuando alguien viene a correr el riesgo de morirse porque se tira con tan solo una manguera a sacar pepino, saca todo lo que puede por el enorme riesgo que corre. Si aceptó a venir, no tiene nada que perder, nada que cuidar. Viene a aprovechar, quizá, los últimos tiempos de vida que tiene”.

Para mejorar la seguridad en la costa yucateca, Ramírez Marín propone la creación de una policía marítima que vigile alta mar. Esa figura ya existe en el país y en Yucatán, pero sólo en Progreso.

Desde que se decretó en 2014, la Armada de México creó la figura de Policía Marítima, la cual está presente en Progreso y otros 18 municipios en las llamadas Unidades Navales de Protección Portuaria (Unaprop), que dependen operativa, militar y administrativamente de las Regiones, Zonas y Sectores Navales de donde se encuentren.

El candidato del PRI recordó que, durante su gestión como diputado federal, propuso a la Federación y el gobierno del estado la creación de esa figura policíaca, con la Gendarmería o la Secretaría de Seguridad Pública, para reforzar la protección de las costas y los pesqueros.

Recordó que durante su paso por la Cámara de Diputados se logró que el tráfico de pepino de mar fuera un delito equiparable con el crimen organizado. La Jornada Maya

Publicado por:NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA

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Admin Abril 24, 2018 12:00 AM YUCATÁN

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