Miembros de la Policía argentina han desalojado por la fuerza este jueves a los operarios despedidos que ocuparon la planta de PepsiCo en Vicente López, provincia de Buenos Aires. Durante la operación, los agentes también reprimieron a los periodistas que intentaron mostrar los hechos.
La dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Vilma Ripoll, declaró a la prensa que hay cuatro heridos. Desde el lugar de los hechos Cecilia Alegré, trabajadora cesada, dijo a RT que hay cinco detenidos, si bien las autoridades del operativo policial aún no han facilitado datos oficiales.
La Policía ya sacó a los compañeros que estaban adentro y hay un operativo muy importante que nos está rodeando en la puerta de la fábrica, explicó la trabajadora. Poco antes, los últimos manifestantes resistentes al avance de las fuerzas de seguridad se habían atrincherado en un techo de la compañía.
Mientras los efectivos avanzaban para echarlos, rompieron una tubería que comenzó a perder gas. No se podía ni respirar, podrían haber volado a todo un barrio entero, comentó a C5N la candidata a diputada nacional por el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Myryam Bregman.
Desde las oficinas de la Gendarmería Nacional aseguran que instalaron el cordón perimetral para que la Policía provincial actúe, porque tienen orden judicial. Por su parte, el fiscal que ordenó la intervención, Gastón Larramendi, declaró que la medida se debe a un supuesto riesgo ambiental del predio.
Según las denuncias públicas de los propios empleados, la decisión de cerrar la plantadesde el 20 de junio provocó la pérdida de 600 puestos de trabajo. Algunos decidieron aceptar las indemnizaciones propuestas por la empresa, pero el resto puso en marcha un plan de resistencia.
Este miércoles abrieron las puertas del lugar a distintos medios de comunicación para mostrar que la planta está en perfectas condiciones para seguir operando en el país. Lejos de cualquier crisis, PepsiCo facturó en 2016 a nivel mundial 10 mil millones de dólares, de los cuales el 8 por ciento salió de Argentina, advierte un comunicado de los trabajadores.