Mayo 14, 2018 06:00 PM
Perdonaron al asesino de religiosa y lo invitaron a la ceremonia de beatificación
La Catedral de la Almudena en Madrid (España) acogió la Noche de los Testigos, una vigilia de oración y testimonio organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada; y donde se recordó la vida de la religiosa franciscana Rani María Vattalil, muerta por ayudar a los más necesitados en la India y cuyo asesino, perdonado por la familia, estuvo en la ceremonia de beatificación.
La vigilia estuvo presidida por una cruz rescatada de una iglesia saqueada y quemada por el Estado Islámico en Mosul (Irak). Como parte de la restauración, la cruz original se engarzó en otra de mayor tamaño. En los extremos de los travesaños se encuentran las letras griegas alfa y omega, que simbolizan a Jesucristo, y en el madero central una cita del Evangelio de San Mateo, escrita en árabe y en español: Ama a tus enemigos y reza por quienes te persiguen.
El Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid (España) presidió el viernes esta vigilia de oración y subrayó la importancia de rezar y contemplar a quienes entregan su vida a Jesucristo.
En ese sentido, el Cardenal animó a convencerse de que no hay más salvación que la que viene de Dios, solo Dios salva. Solo Dios ha sido capaz de vencer hasta la misma muerte.
Uno de los testimonios fue el de la hermana Leelamma Ponnattu, de Kerala (India). Ella recordó la vida de la religiosa franciscana Rani María Vattalil, que fue asesinada por ayudar a los más necesitados y evitar que cayeran en las manos de usureros de la zona.
Un joven de 22 años, Samandar Singh, que había sido contratado por los usureros de la zona asestó 54 puñaladas a la religiosa. Murió repitiendo muchas veces el santo nombre de Jesús, explicó la hermana Leelama.
Samandar fue detenido y abandonado por su familia y por aquellos que le habían contratado para matar a la religiosa. Los primeros años de prisión los pasó lleno de odio y planeaba todos los días cómo matar al hombre que le llevó a asesinar a la religiosa, explicó Leelama.
Durante los 11 años que Samandar Singh estuvo en prisión, un sacerdote le visitaba ofreciéndole consuelo espiritual, lo que le llevó al camino del arrepentimiento.
Pero el perdón total se produjo cuando una religiosa fue a prisión a visitarle, era la hermana de Rani María. Ella lo abrazó y lo llamó hermano, ese gesto cambió la vida del asesino para siempre, explicó la religiosa.
Cuando Samandar cumplió su condena acudió a Kerala (India), ciudad natal de la hermana asesinada para encontrarse con su familia.
La madre de la religiosa Rani María, como muestra del perdón, le dijo: Tú eres mi hijo, me alegra que hayas venido, y quiso besar las manos del asesino de su hija porque sobre ellas está su sangre.
Sor Ranni María fue beatificada en noviembre de 2017, y Samandar Singh se arrepintió de su acto y estuvo presente en la ceremonia. A pesar de que asegura que todavía siente el peso de semejante crimen, tras la ceremonia aseguró sentirse muy feliz de que su hermana mayor haya sido reconocida mártir.
Fuente Aciprensa
Publicado por:NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA