(apro).- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a cargo de Tuffic Miguel Ortega, rechazó las acusaciones sobre la presunta negligencia médica que derivó en la muerte del señor Carlos Olvera González, de 69 años, el pasado 5 de enero en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza.

Según el IMSS, la víctima de 69 años quien era pensionado y debía ser atendido para extirparle un riñón y un tumor, sí fue intervenido y también recibió la atención médica adecuada.

En una tarjeta informativa, la dependencia afirmó que desde su ingreso para su atención médica al Hospital General de Zona No. 98 Coacalco, Estado de México, el paciente ya presentaba una enfermedad “muy avanzada y su diagnóstico era reservado muy grave”.

Aseguró que fue en el Hospital de Coacalco donde se le extirpó un riñón y un tumor de aproximadamente tres kilogramos de peso. Luego se le dio de alta y en su casa presentó dolores muy fuertes, sostuvo el IMSS.

Tras ese episodio, sus familiares lo ingresaron al Hospital de Especialidades de La Raza, “donde se le practicó exámenes y se le dio un tratamiento adecuado como lo amerita el caso”, afirmó el IMSS.

Y recalcó que debido a su “avanzado deterioro de salud”, se le dieron los cuidados y tratamiento paliativo adecuado y necesario al señor Olvera González.

“Además en todo momento se le informó a sus familiares todo lo relacionado al caso”, concluyó.

El domingo pasado, la Fundación “No Más Negligencias Médicas” denunció un presunto engaño al paciente pensionado, a quien médicos de la institución supuestamente le hicieron creer que le habían extirpado un riñón y un tumor.

El ombudsman de la salud, Fernando Avilez Tostado, presentó denuncias de carácter civil y penal contra los médicos que atendieron al derechohabiente por la conducta que podría tipificarse como homicidio culposo, y exigió al director general del IMSS, ordenar una investigación interna con el propósito de deslindar responsabilidades y resarcir los daños y perjuicios provocados a la familia de la víctima.

De hecho, antes de fallecer la víctima presentó una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por la presunta negligencia médica por atentar contra el Derecho a la Salud y el Derecho a la Vida, situación que puede constituir un grave acto de omisión. La víctima falleció el pasado sábado.