El petrolero iraní Sanchi, con un cargamento de 136 mil toneladas de crudo, se hundió este domingo en el mar de la China Oriental, 300 kilómetros al este del estuario del río Yangtsé, una semana después de colisionar con el buque de carga CF Crystal, registrado en Hong Kong.
Actualmente el vertido de crudo sigue expandiéndose, según un comunicado alarmante de la Administración Estatal de Océanos de China citado por la agencia Xinhua.
Hasta el momento se han detectado tres manchas:
Una mancha de 14.8 kilómetros de largo a 7.2 kilómetros al suroeste del lugar del hundimiento.
Una de 18.2 kilómetros al este.
Una tercera mancha de unos 5 kilómetros de radio al norte.
Desde la Administración Estatal de Océanos explican que los derrames se pueden observar desde el aire y que no se han detectado llamas en la superficie del mar.
En el organismo admiten la posibilidad de que las manchas de petróleo se desplacen hacia el norte a causa de las corrientes marinas y el viento.
El lunes se había reportado la existencia de una sola mancha de 18.5 kilómetros de largo.
Los 21 tripulantes del CF Crystal fueron rescatados, pero los equipos de salvamento no encontraron con vida a ninguno de los ocupantes del Sanchi.
A bordo del Sanchi se encontraban 30 iraníes y dos ciudadanos de Bangladés. Esta embarcación es un petrolero registrado en Panamá y gestionado por el importante operador petrolero iraní National Iranian Tanker Co.
Bacterias para limpiar el derrame
Fu Pengcheng, profesor de la facultad de Ciencias de la Vida y Tecnología de la Universidad de Tecnología Química de Pekín, ha afirmado que el petróleo contiene materiales tóxicos que dañarán el ecosistema marino, tanto animales como plantas y microorganismos. Ha advertido también que la recuperación completa de toda el área contaminada puede llevar décadas, incluso siglos.
El experto ha propuesto tres enfoques físico, químico y biológico para minimizar el daño. Ha dicho que es necesario ver si es posible recolectar todo o la mayor parte del crudo derramado, usar algunos tipos de dispersantes y recurrir a las bacterias para que degraden los materiales nocivos y luego los conviertan de materiales no dañinos.