La madrugada de este lunes fue asesinado Luciano Rivera, quien trabajaba como reportero para la empresa Canal Local CNR, de un disparo en la cabeza en las inmediaciones del bar La Antigua, ubicado en el bulevar Benito Juárez en el Centro de Rosarito, en Baja California, así lo confirmó la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) de dicha localidad al diario Zeta.
Luciano Rivera se convierte en el noveno periodista asesinado este 2017. Precisamente hoy se conmemoran dos años del asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa en la Ciudad de México.
Organizaciones de periodistas nacionales e internacionales reclaman que la impunidad sigue matando a defensores de derechos humanos y reporteros en México, ya que sus crímenes no se investigan ni se castigan.
En el caso del asesinato de Rivera, el reporte se dio alrededor de las 01:40 horas de este día, en el que se mencionó que una persona del sexo masculino fue lesionado por un proyectil de arma de fuego en el interior de un bar y los responsables se dieron a la fuga en un taxi en dirección a Tijuana.
Al llegar los paramédicos al lugar, informaron que la persona ya se encontraba sin signos vitales y por lo tanto fue trasladada a las instancias correspondientes para determinar su caso.
La propia DSPM refirió que al parecer este incidente se presentó por una riña previa entre el reportero y sus agresores, además que se logró detener al conductor del taxi en el que se desplazaron, automóvil en el que también se localizó el arma con que dispararon al comunicador.
A las 10:00 horas el Director de Seguridad Pública Municipal, Mayor Magdaleno Vázquez Luis, dará atención a medios sobre este incidente.
En dos videos difundidos en la cuenta de Twitter del periodista Odilón García se observa la secuencia del ataque al periodista. La primera grabación muestra el momento en el que al menos tres sujetos hostigaban a una joven al grado de que el periodista decidió defenderla.
En una segunda grabación se ve a los sujetos salir corriendo del bar para no ser detenidos.
México se ha convertido en el tercer país más peligroso del mundo para el ejercicio periodístico. Desde lo que se le ha llamado El marzo negro de la prensa por el asesinato de tres periodistas y ataques a tiros a otros dos, la violencia continúa.
El caso más reciente fue el del periodista Salvador Adame, propietario de un canal de televisión en Michoacán.
El cuerpo carbonizado de Adame fue localizado el 14 de junio en un terreno de la Barranca del Diablo en Nueva Italia. Fue secuestrado el 18 de mayo solo tres días después del asesinato del también periodista Javier Valdez en Sinaloa.
El Procurador de Michoacán, José Martín Godoy, indicó que el asesinato de Adame Pardo fue por cuestiones personales.
Sin embargo, familiares del comunicador exigieron que se investigue el trabajo del comunicador como posible móvil del crimen y rechazaron que haya tenido nexos con grupos criminales.
En lo que va de año han sido asesinados nueve periodistas: Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach, Maximino Rodríguez, Filiberto Álvarez, Javier Valdez, Jonathan Rodríguez, Salvador Adame y Luciano Rivera.
EL GREMIO EN ALERTA
Diversas organizaciones nacionales e internacionales se han pronunciado para que el Gobierno federal otorgue garantías a los periodistas de México para ejercer su labor y han condenado, reiteradamente, los homicidios en contra del gremio.
En el país, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) es el organismo encargado de proteger al gremio, pero quienes han estado bajo situaciones de riesgo desconfían de esta instancia por su ineficiencia para actuar y la burocracia en sus procesos.
En su último informe sobre la situación de la prensa en México, de marzo de este año, la organización internacional Artículo 19 documentó que la impunidad de los delitos en México es del 98 por ciento, en el caso de periodistas ronda en 99.75 por ciento.
En seis años documentó 2 mil 20 ataques a periodistas. De 800 investigaciones abiertas, la FEADLE sólo resolvió tres casos. En el 53 por ciento de los casos de agresiones registrados en 2016 los responsables son funcionarios públicos.
Las redes sociales y el espionaje son otras amenazas en contra de los periodistas. Artículo 19 documentó el año pasado 72 agresiones a periodistas a través de Internet.
En junio pasado, el diario estadounidense The New York Times destapó un escándalo que involucró al Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto en acciones de espionaje en contra de periodistas, activistas y defensores de derechos humanos.
Entre los periodistas espiados se encuentran Carmen Aristegui, una de las más críticas en el país, y Daniel Lizárraga quien encabezó al equipo de investigación que destapó el llamado escándalo de la casa blanca, que involucra a la Primera Dama en la compra de una mansión de más de 7 millones de dólares a un contratista del gobierno.
La respuesta del Presidente fue más que polémica al señalar que también se había sentido espiado y aseguró que no había pruebas de que su gobierno ejerciera esta práctica. Después tuvo que rectificar su declaración.
En la administración de Peña Nieto se han registrado al menos 43 asesinatos de periodistas, de acuerdo con la organización Artículo 19.