Octubre 17, 2024 07:00 PM

Los 12 alimentos que debes evitar consumir si tienes várices en las piernas

Una alimentación balanceada trata específicamente de aportar alimentos al cuerpo para proporcionarle energía, material de crecimiento, regular los procesos metabólicos y reducir el riesgo de enfermedades, explica el Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia. Saber elegir lo que consumimos a diario, explica, nos ayuda a estar nutridos y gozar de buena salud.

En este marco, te contamos que al cuidar de nuestra alimentación podremos influir en el bienestar de todo nuestro organismo, ralentizar el envejecimiento y prevenir o combatir afecciones o dolencias. Es por eso que hoy te daremos algunos detalles sobre alimentos que debes evitar consumir si tienes várices en las piernas.

Alimentación contra las várices

El Hospital Alemán (Argentina) describe a las várices como venas que sufrieron dilataciones, tortuosidades o alargamientos. Explica además que, generalmente, se ubican en el sistema venoso superficial de las piernas y son la alteración venosa más común ya que más del 20% de la población mundial la padece.

Las várices pueden causar molestias por picazón o ardor alrededor de las venas, cambios de coloración en la piel, hinchazón en las piernas, dolor persistente en las piernas, sensación de pesadez y calambres nocturnos, de acuerdo a un informe del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (Estados Unidos). Para tratar este problema de salud el Instituto Mayo Clinic recomienda hacer ejercicio, levantar las piernas cuando se está sentado o acostado, usar medias de compresión y mejorar la alimentación.

En cuanto a la alimentación, es interesante saber que un alimento aconsejado para combatir las várices es la espinaca por su alto contenido de fibra. Sin embargo, para las personas que ya están atravesando este problema de salud viene bien conocer qué alimentos deberían evitar para no agravar el problema y mejorar su tratamiento, por eso te los detallamos a continuación:

Azúcar blanco.

Alcohol.

Zumos.

Café.

Té.

Leche.

Yogur.

Queso.

Arroz blanco.

Cereales.

Bebidas estimulantes.

Grasas saturadas y trans.