Julio 11, 2017 07:00 PM
Hasta con servicios sexuales habrían sobornado a magistrados de Bogotá
Los juristas vendían decisiones judiciales a
delincuentes. Aceptaron pagos por $ 3.000 millones.
La explicación oculta de varias libertades y decisiones
de casa por cárcel a favor de peligrosos criminales, que en su momento
sorprendieron al país, empezó a salir a la luz este lunes, en la audiencia en
el Tribunal de Bogotá contra tres magistrados del Tribunal Superior de
Villavicencio.
En uno de los mayores escándalos de la justicia en los
últimos años, dos magistrados activos y uno retirado hace menos de un año de la
Sala Penal fueron señalados de aceptar al menos tres mil millones de pesos de
sobornos de reconocidos delincuentes.
Según la Fiscalía, los magistrados Alcibíades Vargas
Bautista y Joel Darío Trejos Londoño y el exmagistrado Fausto Rubén Díaz
Rodríguez vendían decisiones y eran la cabeza de una extensa red de corrupción
judicial que incluye jueces, fiscales, miembros del CTI y de Medicina Legal,
así como varios funcionarios del Inpec, incluido el director en la cárcel de
Guaduas.
El proceso contra los magistrados deja, literalmente, en
jaque a la justicia en el Meta, pues dos de los tres miembros de la Sala Penal
quedan señalados de recibirle plata a la mafia. De hecho, este viernes se
conocerá si los magistrados de la Sala Penal del Tribunal de Bogotá envían a
prisión a sus colegas, como lo solicitó la Fiscalía.
Durante la audiencia, el fiscal les imputó los delitos de
concierto para delinquir, prevaricato por acción en concurso homogéneo,
prevaricato por omisión y cohecho. Ninguno de los tres aceptó los cargos.
La ficha clave de la organización eran los jueces de
ejecución de penas (hay tres procesados), a cuyo control pasan los delincuentes
una vez son condenados y que hoy por hoy representan uno de los principales
boquetes para la justicia.
Precisamente, el magistrado Trejos Londoño fue quien
llevó al cargo de juez de ejecución de penas a Ronald Floriano Escobar, hoy
prófugo por este caso.
Escobar fue el mismo juez que le dio casa por cárcel a
Hernán Darío Giraldo Gaviria, narco y jefe de sicarios de la oficina de
Envigado conocido como Cesarín, que fue condenado por homicidio y otros
delitos a 20 años y que, en el 2014, aprovechó la domiciliaria para escapar de
la justicia. Fue recapturado meses después.
'Magistrados aceptaron $ 3.000 millones de bandas del
Meta': Fiscalía
La escandalosa venta de beneficios que sacude a la
justicia y al Inpec
Según la Fiscalía, los tres magistrados torcieron la ley
para que Cesarín pudiera aspirar a casa por cárcel a pesar de que no cumplía,
de lejos, ninguno de los requisitos para aspirar a ese beneficio. Ellos
revisaron y ordenaron cambiar una decisión que en primera instancia había negado
la pretensión del capo.
La Fiscalía rastreó las cuentas de los tres investigados
y los de algunos de sus familiares y se encontró con presuntos ingresos
injustificados entre el 2010 y el 2105 por 225 millones, en el caso de Trejos;
244 millones en el caso de Vargas y de 973 millones de pesos en el caso de
Fausto Díaz.
La imputación dice que en el 2013 los magistrados
recibieron al menos 150 millones de pesos de Marbelly Sofía Jiménez de Parrado,
la famosa viuda del caso Autorrollings, que ese año recibió también casa por
cárcel a pesar de una condena de 39 años por el homicidio de su hijastro.
Beneficios sexuales
El mismo beneficio recibió el autor material del crimen,
conocido con el alias de Manopicha, quien era compañero sentimental de la
viuda. En su momento, hubo escándalo nacional porque a pesar de la casa por
cárcel la mujer mantenía una activa vida nocturna en Villavicencio.
Además de las utilidades se incluía el pago de estadía
en una balneario con todo su consumo y licores, así como el pago de compañía de
mujeres durante el segundo semestre del 2013 hasta una fecha indeterminada, aseguró
ayer la fiscal del caso.
Además de las utilidades se incluía el pago de estadía en
una balneario con todo su consumo y licores
El dinero lo habría entregado en efectivo el abogado de
Jiménez, Juan José Velásquez Flórez. Este viernes, paradójicamente, los mismos
magistrados aumentaron la pena contra la viuda de 39 a 52 años, pues la
encontraron responsable de ordenar los otros tres homicidios del caso, entre
ellos el de su marido y de dos testigos.
El abogado Velásquez Flórez ha sido socio de William
Cardona, quien tiene orden de captura como integrante de la red, y en varias
actuaciones legales aparece como representante de la Gobernación del Meta en la
administración de Alan Jara.
Los magistrados, dice el expediente, también habrían
beneficiado a cabezas de las nuevas bandas del Llano. Uno de los primeros fue
Martín Farfán Díaz González, Pijarvey, que a pesar de ser uno de los
criminales más poderosos de la región (era el segundo de Cuchillo), recibió
una pena de 4 años y tras recuperar la libertad volvió a delinquir. Murió en
una operación de la Fuerza Pública en el 2015, cuando era uno de los cinco
hombres más perseguidos del país.
Delincuentes pagaban entre 60 y 80 millones por
beneficios penales
Caracho, otro de los beneficiados de la red de
corrupción judicial
El expediente dice que los magistrados protegían a la red
de jueces corruptos que beneficiaban con decisiones de primera instancia a los
delincuentes. Así, los tres participaron en la polémica decisión de tumbar la
investigación por prevaricato contra el juez Ardila, que le había dado casa por
cárcel a Carlos Barrera Alfonso, alias Ingeniero, uno de los jefes del bloque
Libertadores del Vichada. También embolataron el proceso contra Ronald
Escobar, el juez del caso de Cesarín, porque los tres se declararon impedidos
por amistad con el investigado.
La Fiscalía tiene pruebas de reuniones entre el magistrado
Joel Darío Trejos y los abogados Carmona y Velásquez Flórez. Esto, a pesar de
que el servidor judicial aseguró que no los conocía.
La red, en diferentes instancias, benefició a otros jefes
de bandas como Farid con beneficios como casa por cárcel y permisos para
trabajar por los que se cobraban entre 60 y 80 millones de pesos.
Contra otros de los señalados miembros de la organización
pesan cargos de intentar beneficiar judicialmente a alias Caracho, exjefe
paramilitar del Llano y cabeza de bandas, que en los últimos meses intentó
colarse en la justicia especial de paz y que estaba, según el proceso, pagando
para lograr una detención domiciliaria o un traslado desde la cárcel de Ibagué
a La Picota, en Bogotá.
En el expediente se dice que funcionarios del CTI incluso
sirvieron de enlace para que este capo vendiera algunas propiedades, para
evitar que pasaran a manos de las víctimas de sus crímenes.
Otro cliente de la organización fue Bacalao, sobrino de
Cuchillo. También era miembro de las bandas y recibió casa por cárcel, que le
fue revocada. La Sala del Tribunal tumbó esa decisión y lo devolvió a su casa,
de donde se escapó. Fue recapturado en enero del 2013.
Fausto Rubén Díaz
Egresado de la Universidad Santo Tomás. Fue magistrado
del Tribunal de Villavicencio hasta agosto del año pasado. Fiscalía lo señala
de irregularidades en proceso contra alias Bacalao y Cesarín.
Alcibíades Vargas
Egresado de la Universidad Libre. Elegido en el tribunal
de Villavicencio en el 2008, tras un polémico fallo en el que benefició a un
hermano del condenado excongre- sista Luis Fernando Almario en un caso de
homicidio.
Joel Darío Trejos
Egresado de la Universidad de Caldas. Es magistrado del
Tribunal Superior de Villavicencio desde marzo del 2009. Según la Fiscalía,
estaría relacionado con irregularidades en proceso contra alias Cesarín.
Con información de El Tiempo
Publicado por:NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA