Dos activistas del colectivo feminista Femen interrumpieron ayer un concierto de Woody Allen y la New Orleans Jazz Band en la Filarmónica de Hamburgo (norte de Alemania) para reivindicar el "fin de la cultura del silencio" ante los abusos sexuales.
El grupo ha colgado en su página de Facebook un vídeo con su acción, en la que se ve como una mujer con el torso desnudo y frases escritas en negro sobre la piel sube al escenario y grita con los brazos en alto hasta que es retirada de escena.
Las frases que llevaban escrita ella y su compañera, explica Femen en un comunicado, han sido extraídas de una carta abierta publicada por Dylan, hija de Woody Allen, en la que denunció los presuntos abusos sexuales a los que le sometió el director de cine cuando tenía 7 años.
Femen pide "no olvidar" los casos de abusos sexuales y subraya que "la violencia contra la mujer no puede ser ignorada, no es tolerable ni puede ser excusada, incluso cuando el acusado se llama Woody Allen.
El caso se remonta a hace más de dos décadas y fue sobreseído por la justicia, pero Femen cuestiona la inocencia de Allen y lo pone como ejemplo del "poder estructural de poderosos hombres blancos sobre mujeres y niños".
WOODY ALLEN HABLA SOBRE LAS ACUSACIONES DE ABUSOS SEXUALES
El director Woody Allen está cansado del juicio mediático al que afirma vivir sometido desde hace dos décadas, tras ser acusado en 1993 por su expareja Mia Farrow de abusar sexualmente de su hija de entonces siete años Dylan, a quien el director de cine adoptó legalmente en 1991 tras mantener una relación de una década con su madre.
Nunca llegaron a presentarse cargos contra el cineasta, después de que un equipo de psicólogos designado por el fiscal del caso dictaminara que no había evidencias del supuesto delito.
La polémica volvió a resurgir en 2014 cuando la propia Dylan, una mujer de entonces 28 años, escribió una carta abierta al New York Times detallando los supuestos abusos que sufrió a manos de su padre adoptivo, quien le contestó días más tarde en el mismo diario con otra misiva en la que negaba todas las acusaciones y aseguraba que las declaraciones de su hija, con quien actualmente no mantiene ningún tipo de relación, eran una estrategia de su expareja para lucrarse a su costa.
Hace tan solo tres meses, era el otro hijo de Mia Farrow, Ronan, también adoptado por el director, quien volvía a la carga con una columna publicada en The Hollywood Reporter, en la que criticaba a la prensa por seguir aplaudiendo la labor cinematográfica de Allen a pesar de todo, que vio la luz horas antes de que este estrenara su última película, Café Society, en el Festival de Cine de Cannes.
"No me interesa en absoluto ese tema, considero que son todo estupideces de los tabloides. Esa situación ha sido investigada muy a fondo por los servicios sociales de Nueva York durante una investigación que duró 14 meses.