Miami.- Miles de personas que viajaban en un crucero
afectado por el nuevo coronavirus esperaban con ansias el martes a que se
les permitiera desembarcar, aunque eso supusiera trasladarse a bases militares
para pasar semanas en cuarentena.
Tras pasar varios días esperando ante la costa del norte de
California, el Grand Princess atracó el lunes en el puerto de Oakland con
aproximadamente 3 mil 500 turistas y tripulantes a bordo.
“Todo el mundo gritaba y aplaudía” cuando el gran barco pasó
bajo el Puente Golden Gate y entró en la bahía, comentó la pasajera Karen
Schwartz Dever.
Unas dos docenas de personas que necesitaban atención
médica crítica fueron trasladadas fuera del barco, aunque no estaba claro
cuántas habían dado positivo en el nuevo virus, indicó Brian Ferguson, portavoz
de la Oficina de California de Servicios de Emergencias.
Después de los casos críticos, 240 canadienses a bordo
salieron del barco y esperaron de pie ante dos carpas con banderas canadienses.
Canadá y Gran Bretaña estaba entre los países que arrendaron vuelos para
repatriar a sus ciudadanos.
Pero cerca de 2 mil personas más, incluidas cientos de
californianos, seguían a bordo cuando terminaron los primeros desembarcos el
lunes por la noche. Se esperaba que la operación se reanudara el martes por la
mañana, según dijo el capitán a los pasajeros.
Tras la larga espera, así fue la llegada del crucero a
tierra
Carolyn Wright, de 63 años y procedente de Santa Fe, Nuevo
México, veía desde la ventana de su camarote a los pasajeros haciendo fila. A
su alrededor, señaló, había gente vestida de amarillo con ropa de protección,
guantes e incluso algunos trajes para manejar sustancias peligrosas.
Las y los pasajeros pasaron días aislados en sus
camarotes. Cuando por fin se les permitió pasar unos minutos en cubierta,
señaló, se les advirtió que llevaran máscaras e intentaran mantenerse a dos
metros de los demás.
Pero tras atracar, videos del lugar mostraban largas filas
de espera para entrar en las carpas de procesamiento. Había ambulancias en el
lugar para trasladar a algunos pasajeros.
“Todo el mundo estaba apelotonado. Se estaban tocando
físicamente y llegaban hasta la rampa de desembarco”, dijo Wright. Después,
señaló, se fueron en autobuses arrendados.
“Es indignante. Si eso es seguro, ¿por qué estamos recluidos
en nuestras habitaciones? Durante los últimos cinco días se ha insistido en que
no debemos tener contacto con ningún otro pasajero”. dijo Wright.
El domingo, antes de que el barco atracara, el doctor John
Redd, del Departamento de Salud y Servicios Humanos, habían instado a los
pasajeros a permanecer en sus habitaciones y dijo que se estaban haciendo
esfuerzos para que pudieran salir de la forma más rápida y segura posible.
Redd describió el proceso de desembarco, complejo pero
organizado con premura, como “una operación realmente difícil y sin
precedentes”.
El Grand Princess no había podido atracar desde el
miércoles
El Grand Princess llevaba sin poder acercarse a costa desde
el miércoles, debido a los indicios de que era el origen de más de 20
infecciones asociadas a un viaje anterior.
Estaba previsto que los pasajeros estadounidenses viajaran
en avión o autobús desde el puerto -elegido por su cercanía a un aeropuerto y
una base militar- a bases en California, Texas y Georgia, donde se les harían
pruebas y pasarían una cuarentena de 14 días. En el barco había personas 54
nacionalidades, y los extranjeros serían enviados a sus países.
Mil 100 tripulantes, 19 de los cuales dieron positivo en la
enfermedad COVID-19 que provoca el virus, harían cuarentena y recibirían
atención a bordo del barco, que una vez desembarcaran los pasajeros atracaría en
otro lugar, según dijo el gobernador de California, Gavin Newsom.
Cruceros, “fábricas de gérmenes”
Los cruceros se han visto bajo escrutinio durante el brote
de coronavirus porque muchos los consideran fábricas de gérmenes por hacinar a
miles de personas en poco espacio.
Otro crucero de la misma operadora, Diamond Princess,
estuvo dos semanas en cuarentena el mes pasado en Yokohama, Japón. Al final,
unas 700 de las 3 mil 700 personas a bordo contrajeron el virus en lo que los
expertos describieron como un fracaso de gestión de salud pública.
Un tercer barco, el Caribbean Princess, debía atracar
el lunes en Gran Caimán, pero la compañía dijo que evitaría que sus miles de
pasajeros y tripulantes desembarcaran hasta hacer pruebas de COVID-19 a la
tripulación.
En el norte de California, el condado de Santa Clara
prohibió todas las aglomeraciones de al menos mil personas durante el resto del
mes. El departamento de Salud Pública había anunciado horas antes la primera
muerte por el coronavirus en el condado, una mujer de 60 años.
El virus ha infectado a 600 personas en Estados Unidos y
al menos 26 han muerto, la mayoría en el estado de Washington. El director
de Salud Pública de Estados Unidos, Jerome Adams, dijo que las comunidades
tendrían que empezar a considerar la cancelación de aglomeraciones, cierres de
escuelas y permitir que más gente trabajara desde casa, como hicieron muchas
empresas tras declararse un foco de infección en la zona de Seattle.
Varias universidades, como la Universidad de Washington,
Stanford o Columbia, empezaron a ofrecer clases solo por internet.
Publicado por:NOTICIAS DE YUCATÁN
WATCH: Some passengers disembarked the Grand Princess cruise ship on Monday at the Port of Oakland in California. The cruise ship has been held off the shore of California because of an outbreak of COVID-19 onboard. https://t.co/5zJiMY9SFf pic.twitter.com/0ZHrlHNzSo
— CBS4 Miami (@CBSMiami) March 10, 2020
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