Desde hace meses, los habitantes del condado de Cambridge, en Inglaterra, se preguntaban a qué se debían los cambios de color de las aguas de un riachuelo local. Según testimonios, el arroyo adquiría a veces un color azul eléctrico intenso, y en otras ocasiones se volvía de color verde. Ahora el misterio se ha resuelto después de que los expertos encontraran unas toxinas en sus aguas.
Según una investigación iniciada por la compañía local Anglian Water, las aguas multicolor habrían adquirido este tono a causa de una fuga tóxica de un negocio local, ha informado Cambridge News esta semana. No obstante, los expertos no han nombrado a la compañía ni el tipo de la toxina que se filtró al arroyo, cuyas aguas acaban en el río Gran Ouse.
Tienes que verter una gran cantidad de líquido para contaminar tanto el área, dijo Natalie Maca, una de las personas que pasea todos los días al lado del arroyo, según Cambrige News. Paso mucho por allí, cambia de color, a veces es azul, a veces es verde. Es un líquido jabonoso, pero no tengo ni idea de qué se trata. Ha estado sucediendo durante meses, agregó.