El Estado se disculpa en vivo por encarcelar injustamente a 3 mujeres indígenas

La Procuraduría General de la República encabezó un acto de reconocimiento de inocencia en el que ofreció una disculpa pública a Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara, indígenas indígenas de Querétaro, quienes fueron acusadas falsamente de secuestrar seis policías de la extinta Agencia Federal de Investigación en 2006. Por primera vez el Estado mexicano ofreció una disculpa pública a Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara, indígenas de Querétaro que fueron acusadas falsamente de secuestrar seis policías de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) en 2006. “Ante ustedes Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara reconozco públicamente su inocencia respecto a los delitos que se les atribibuyeron”, dijo el Procurador Raúl Cervantes Andrade en un acto que se realizó en el Museo de Antropología de la Ciudad de México. Una sentencia del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJFA) ordenó la reparación del daño por la condena emitida en contra de las indígenas, que era de 21 años de cárcel por el presunto secuestro de los policías. En el evento, Mario Patrón, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, dijo que con este reconocimiento de inocencia se atestigua “un acto de esperanza” y agradeció a las mujeres indígenas por su “persistente búsqueda de la verdad”. “Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara siguen adelante con sus vidas y son productivas. Su perseverancia se ha vuelto un emblema de valentía”, aseguró el activista al mismo tiempo que pidió una reforma de fondo en la Procuraduría General de la República. Teresa González recordó las acusaciones de las que fue objeto y el sufrimiento de su familia por no tener los medios para defenderla. “No sabíamos qué es lo que estaba pasando, esta disculpa pública es una gran victoria porque cierra estos 11 años de lucha”, mencionó. Entre lágrimas, Alberta Alcántara recordó el tiempo que pasó en prisión y pidió a los indígenas que no se queden callados ante la injusticia. “Señor procurador, con la disculpa pública no se recupera el tiempo perdido, espero que ésta no sea la última, porque hay muchos presos injustamente”, dijo. En mayo del año pasado, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito ordenó a la PGR ofrecerle una disculpa pública a Jacinta Francisco Marcial, pues una indemnización no resarcía por sí sola el daño ocasionado. El 3 de agosto de 2016, Jacinta Francisco es detenida y en 2008 recibió una condena por 21 años y un mes más tarde fueron sentenciadas Alberta Alcántara y Teresa González. Las mujeres fueron recluidas en el penal de San José El Alto, en Querétaro. El 16 de septiembre de 2009 Francisco Marcial obtiene su libertad, mientras que Alberta y Teresa no son liberadas sino hasta el 28 de abril de 2010. Los hechos por los que fueron encarceladas injustamente ocurrieron el 26 de marzo de 2006, cuando seis miembros de la AFI entraron vestidos de civil en un mercado de la localidad de Santiago Mexquititlán, en Querétaro, en un operativo en el que se decomisó mercancía presuntamente ilegal. Los comerciantes reclamaron a los agentes  y les pidieron identificarse, aunque finalmente llegaron a un acuerdo. Cinco meses después las mujeres fueron detenidas arbitrariamente por el delito de secuestro.

La Procuraduría General de la República encabezó un acto de reconocimiento de inocencia en el que ofreció una disculpa pública a Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara, indígenas indígenas de Querétaro, quienes fueron acusadas falsamente de secuestrar seis policías de la extinta Agencia Federal de Investigación en 2006. Por primera vez el Estado mexicano ofreció una disculpa pública a Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara, indígenas de Querétaro que fueron acusadas falsamente de secuestrar seis policías de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) en 2006.

“Ante ustedes Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara reconozco públicamente su inocencia respecto a los delitos que se les atribibuyeron”, dijo el Procurador Raúl Cervantes Andrade en un acto que se realizó en el Museo de Antropología de la Ciudad de México.

Una sentencia del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJFA) ordenó la reparación del daño por la condena emitida en contra de las indígenas, que era de 21 años de cárcel por el presunto secuestro de los policías. En el evento, Mario Patrón, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, dijo que con este reconocimiento de inocencia se atestigua “un acto de esperanza” y agradeció a las mujeres indígenas por su “persistente búsqueda de la verdad”.

“Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara siguen adelante con sus vidas y son productivas. Su perseverancia se ha vuelto un emblema de valentía”, aseguró el activista al mismo tiempo que pidió una reforma de fondo en la Procuraduría General de la República.

Teresa González recordó las acusaciones de las que fue objeto y el sufrimiento de su familia por no tener los medios para defenderla.

“No sabíamos qué es lo que estaba pasando, esta disculpa pública es una gran victoria porque cierra estos 11 años de lucha”, mencionó.

Entre lágrimas, Alberta Alcántara recordó el tiempo que pasó en prisión y pidió a los indígenas que no se queden callados ante la injusticia. “Señor procurador, con la disculpa pública no se recupera el tiempo perdido, espero que ésta no sea la última, porque hay muchos presos injustamente”, dijo. En mayo del año pasado, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito ordenó a la PGR ofrecerle una disculpa pública a Jacinta Francisco Marcial, pues una indemnización no resarcía por sí sola el daño ocasionado. El 3 de agosto de 2016, Jacinta Francisco es detenida y en 2008 recibió una condena por 21 años y un mes más tarde fueron sentenciadas Alberta Alcántara y Teresa González. Las mujeres fueron recluidas en el penal de San José El Alto, en Querétaro. El 16 de septiembre de 2009 Francisco Marcial obtiene su libertad, mientras que Alberta y Teresa no son liberadas sino hasta el 28 de abril de 2010. Los hechos por los que fueron encarceladas injustamente ocurrieron el 26 de marzo de 2006, cuando seis miembros de la AFI entraron vestidos de civil en un mercado de la localidad de Santiago Mexquititlán, en Querétaro, en un operativo en el que se decomisó mercancía presuntamente ilegal. Los comerciantes reclamaron a los agentes  y les pidieron identificarse, aunque finalmente llegaron a un acuerdo. Cinco meses después las mujeres fueron detenidas arbitrariamente por el delito de secuestro.

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