En San Luis Potosí, nos cuentan, el diputado Sergio Desfassiux Cabello (PRD) estalló en contra del vocero de la Arquidiócesis local, Juan Jesús Priego, luego de que éste consideró que los legisladores deberían percibir ingresos como un trabajador promedio y tener pocos días de vacaciones. Ante ello, don Sergio no dudó en asegurar que los curas y los diputados deben ganar lo mismo, pues son “igualitos”: “Los dos somos bien huevones, ellos dan dos misas a la semana y nosotros sesionamos una vez a la semana”. Además, el perredista encontró otra similitud al explicar que así como los congresistas no le dan cuentas a nadie sobre su salario, los sacerdotes nunca son fiscalizados y no reportan el dinero que le quitan a la gente por “querer amar a Dios”. De hecho, nos dicen, algunos ciudadanos parecen “comulgar” con la postura del jerarca Pliego, pues según el tabulador del Congreso potosino, la dieta mensual de un diputado asciende a 115 mil 858 pesos.