La encargada de prensa de la diócesis de Meaux, en Francia, dijo que el comportamiento del religioso de 89 años era explicable. De todas formas le prohibieron celebrar algunas ceremonias. Indignación en Francia por el episodio que se viralizó en el mundo
La inesperada bofetada que un sacerdote propinó a un niño durante su bautismo provocó la indignación en Francia, donde el video que registró lo sucedido no ha tardado en hacerse viral en las últimas horas.
La diócesis de Meaux anunció hoy que se le prohibió al cura, de 89 años, volver a celebrar bautismos y bodas.
Sin embargo, la encargada de prensa de la diócesis justificó al clérigo. Dijo que, aunque su gesto no es excusable, sí es "explicable: un bautismo es largo y el bebé lloraba mucho".
El sacerdote admitió en declaraciones en la emisora France Info que no supo cómo actuar ante el pequeño. "A su edad son grandes como para saber que está pasando algo, pero todavía demasiado pequeños para entenderlo. El niño gritaba mucho y yo tenía que hacer que girara la cabeza para echarle el agua. Le decía que se tranquilizara, pero no lo hizo", se justificó.
En la grabación, de apenas 40 segundos, aparece en un primer momento explicando a los familiares cómo iba a desarrollarse la ceremonia, que, según el digital CheckNews, tuvo lugar el 17 de junio en la región parisina.
Las imágenes muestran que el pequeño no estaba disfrutando del rito y lloraba desconsoladamente. El cura, nervioso, eleva la voz para seguir con su discurso, pero se molesta cuando la angustia del bebé lo interrumpe constantemente. Primero intenta calmarlo con la voz, pero su nivel de nerviosismo aumenta, y lo toma de la cabeza con firmeza y brusquedad.
Cuando ve que con sus palabras no logra que el llanto desaparezca, le da una violenta bofetada en el rostro. El ruido seco de la palma de la mano del cura impactando en el pequeño rostro conmocionó a todos los presentes y dejó estupefactos a sus padres, que tardaron en reaccionar. No contento con haberle pegado, el cura siguió sosteniendo con rudeza la cabeza del pequeño hasta que el padre reacciona y se lo quita de los brazos.
La periodista de Le Figaro Émilie Geffray indicó en su cuenta de Twitter que la familia, que ha denunciado al religioso, nunca quiso que estas imágenes llegaran a la red.