Culiacán, Sinaloa.- De dos impactos de bala, el médico Carlos Silvano “N”, de 66 años de edad, fue asesinado dentro de su consultorio, localizado en la colonia Rosales, y a pocos metros del Centro de Salud, así como del Seguro Social. 

El o los responsables lo atacaron con arma de grueso calibre. 

Pocos después de las 11:30 horas se recibió una llamada a los números de emergencias 911 para que acudieran a atender a una persona lesionada por proyectil de arma de fuego por el bulevar Francisco Zarcos, a una cuadra de la avenida Aldama. 

Socorristas acudieron a atender a la víctima, quien estaba en el interior de un consultorio, donde se atendía a personas con lesiones musculares.

Para sorpresa de los socorristas, el sexagenario presentaba presuntamente heridas en la cabeza, dejando un charco de sangre. Posteriormente comprobaron que el médico ya había muerto. 

Entre lo que observaron agentes de la Policía Municipal que se trasladaron a asegurar la escena del crimen es que estaba encendida una televisión. Asimismo, se escuchó decir que personas que transitaban por la banqueta se percataron del momento en que efectuaban los disparos, y a como pudieron corrieron para ponerse a salvo. No se dieron más detalles del homicidio.
Cabe mencionar que en la zona donde ocurrió el asesinato a esas horas de la mañana suele ser muy concurrida por personas que acuden a recibir atención médica o visitar a pacientes, especialmente en el Seguro Social. 

Por otra parte, se dijo que el fallecido fue médico militar, y que además brindaba sus servicios a jugadores del club de beisbol Tomateros. 

Un grupo de policías investigadores de la Fiscalía General de Justicia se presentó para indagar el homicidio. Estos ingresaron al lugar de los hechos junto con peritos en criminalística. Por poco más de una hora se encerraron donde estuvieron recolectando indicios, así como muestras de sangre.

Entre lo que se logró encontrar estuvo dos cascajos de pistola calibre 45 milímetros.   
Luego de que se realizaron las diligencias correspondientes, el cuerpo fue subido a una camilla cubierto con un plástico blanco y subido a un vehículo del Servicio Médico Forense (Semefo) para que se le hiciera la autopsia de ley.