Febrero 08, 2018 11:00 PM
"Cuando murió la vaquita lloré como nunca", científico
Lorenzo Rojas-Bracho ha dedicado más de dos décadas a
salvar a la vaquita marina, una marsopa icónica de México que solamente vive en
el la parte norte del Golfo de California o Alto Golfo.
Cuando el biólogo mexicano, una de las mayores
autoridades mundiales en la especie, hizo su primera estimación de la población
de vaquitas había más de 500. Actualmente hay menos de 30.
Rojas-Bracho es coordinador de investigación y
conservación de mamíferos marinos en la Comisión Nacional de Áreas Naturales
Protegidas (CONANP).
La principal causa de la caída brutal en la población de
vaquitas es la demanda voraz en China del buche de un pez llamado totoaba,
que se ha transformado en Asia en símbolo de estatus. Un kilo de buche vale
más que la cocaína y este factor ha disparado la pesca ilegal de totoaba,
con redes de enmalle en las que quedan atrapadas las vaquitas.
Un reciente intento radical de capturar vaquitas parar
protegerlas en un santuario no dio los resultados esperados y acabó en la
muerte de una vaquita hembra.
¿Queda alguna opción para salvar a la especie?
Lorenzo Rojas-Bracho habló con BBC Mundo sobre su
frustración y su dolor, y por qué en la biología de conservación "no se
puede tirar la toalla".
¿Podrías darnos una idea de cómo ha colapsado la
población de vaquitas?
Con la demanda de buche de totoaba en Hong Kong y China
continental se disparó la caída brutal del tamaño de la población.
En 1997, hicimos la primera estimación que fue aceptada
internacionalmente y la población fue estimada en 567 vaquitas, en 2008 en 245,
en 2015 en 59 y en 2016 en 30.
Es decir, el decremento en el tamaño de la población, de
nuestra primera estimación en 1997 a la del 2016 es de 94,7%.
Después de haber dedicado más de
25 años a tratar de salvar la vaquita, ¿qué sientes al
ver que quedan menos de 30?
Ha sido un viaje medio brutal.
Como que íbamos siempre preocupados porque las
poblaciones iban bajando desde principios de los 90 hasta 2011 más o menos en
un 8% anual, de hecho, hubo un momento en que parecía que lográbamos disminuir
la caída de la población.
Y de repente se viene esta demanda brutal de buche
de totoaba en China que se dispara a los cielos, alcanzando precios más
altos que la cocaína y ahí es como se viene la población para abajo. Ésa es la
frustración.
Todo esto para que un rico en China pueda tomarse un
pinche plato de totoaba. Me parece que algo está muy mal en el mundo
Cuando empezaron a salir los datos de los modelos cerré los
ojos y me puse las manos en la cara y me dije 'esto no puede estar
pasando, esto no puede estar pasando'. Y resultó que era peor de lo
que habíamos pensado al inicio.
Es algo a lo que has dedicado tu vida seriamente y de repente
crees que lo estas logrando, y al día siguiente algo pasa y no funcionó. Es
como tener a alguien que quieras mucho, que está mejorando, te dice el doctor
que está muy bien, y al día siguiente amanece casi muerto.
¿Qué sentiste cuando murió la vaquita capturada?
Capturar vaquitas era la única opción, se consultó a
expertos internacionales. Nunca había visto una vaquita viva que nos viera ella
misma con su cara, y ahí me dije, todo esto para que un rico en China pueda
tomarse un pinche plato de totoaba, me parece que algo está muy mal en el
mundo. (BBC).
Publicado por:NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA
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Febrero 08, 2018 11:00 PM
EL MUNDO