A fin de reducir y revertir los estragos de la erosión de playas en las costas yucatecas, se pretende implementar la colocación de geotubos en el litoral peninsular, así lo dio a conocer el doctor Carlos Rolando Ríos Soberanis, investigador de la Unidad de Materiales del Centro de Investigación Científica de Yucatán (Cicy), quien desarrolló un proyecto científico con el objetivo de optimizar la arquitectura/geometría de los geotextiles —tela permeable y flexible— y mejorar el rendimiento de esta opción de mitigación. 

El científico del CICY explicó que los geotubos son una solución de ingeniería suave para mitigar la erosión en la zona costera; “son cilindros de 6-10 m de longitud y un metro de diámetro y están constituidos por geotextiles —con una arquitectura de entramado definido— elaborados a partir de polímeros como PET y polipropileno, generalmente. 

El doctor Ríos Soberanis detalló que este proyecto de investigación surge a partir del Programa de Estímulos para la Innovación (PEI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en el que se contempla la aplicación de ciencia en la innovación de las empresas, por lo que el Cicy trabajó con Axis Ingeniería. El Cicy se encargó de analizar el comportamiento mecánico de los textiles para optimizar el funcionamiento de los geotubos, mientras que Axis se hizo cargo de la evaluación de los mismos aplicados en campo (playas). 

En este sentido, expuso que este trabajo del Cicy analiza el comportamiento mecánico de los textiles, a partir de las técnicas de caracterización mecánica, a fin de detectar los sitios donde se concentran los esfuerzos de tensión, los cuales podrían generar grietas o fracturas de las fibras. “Se establecieron las direcciones donde se ejercen los esfuerzos y se determinó la resistencia de los materiales, para dar como parámetro un mecanismo de falla, donde se identifica el inicio, la generación y la propagación de la grieta hasta la fractura completa del material”, explicó. 

El doctor Rolando Ríos señaló que en este estudio también se empleó la técnica de emisión acústica —herramienta para caracterizar la generación y la propagación de daño e identificar mecanismos de falla—. Comentó que existen geotubos en servicio desde hace dos años instalados en el norte de la península de Yucatán en: Las Coloradas, San Crisanto, Chelem y Chuburná, es decir, las zonas de la entidad más afectadas por el fenómeno de erosión de playa. 

Indicó que estos trabajos han generado resultados muy importantes como la reposición del sedimento arenoso, lográndose la recuperación de entre 5 y 8 metros de playa a un año de haber sido instalados. Además, destacó que estos geotubos son compatibles con el ecosistema marino, por lo que no alteran la flora ni la fauna; y por la calidad de los materiales, tienen una vida de más de 10 años, es fácil de desinstalar y no contamina al ser retirado. 

También resaltó que la dinámica litoral y el flujo oceanográfico de las corrientes influyen en el éxito de los geotubos, como es el caso de Yucatán, que tiene un ángulo de oleaje diagonal, lo que permite una deposición más sencilla, a diferencia de Campeche o Chetumal. Adelantó que en un futuro se pretende implementar un laboratorio donde se simulen las condiciones naturales del oleaje para obtener valores experimentales que permitan dimensionar los parámetros de colocación y aplicación de los geotubos para optimizar su rendimiento. 

Finalmente, habló de la importancia de este proyecto, pues la erosión de la playa trae consecuencias negativas importantes: por una parte, afecta la economía local (hoteleros, turismo y prestadores de servicios) y, por otro lado, a los dueños de viviendas en la zona, ya que la legislación mexicana indica que las playas son zonas federales, por lo que, si el área de arena se reduce, habría afectaciones legales para estos propietarios.