De nada sirvieron las fiestas, verbenas, reuniones, programas asistencialistas, viajes al sur de Mérida, diálogos con mujeres, las más vulnerables y más aún si son de edad avanzada. De nada sirvieron las abundantes y ridículas fotos de los suspirantes en las que invariablemente aparecían en poses conocidas abrazando siempre a una anciana con el hipil yucateco, o doblándose humildemente para escuchar a algún niño o niña en remotos y olvidados pueblos yucatecos, que en los meses anteriores llenaron la prensa local y que nos aburrieron hasta el cansancio.

Aquí ya hay bola cantada. Así como EPN dio el banderazo y designó a José Antonio Meade como un precandidato a presidente del país por el tricolor (precisamente porque no es del PRI), así correrá como reguero de pólvora en aquellos estados como Yucatán, en donde habrá elecciones a gobernador, éstos serán designados mediante los usos y costumbres del “pridinosaurio”, en este caso por el supremo gobierno en manos de Rolando Zapata Bello. Y los frustrados suspirantes acatarán las órdenes del sumo sacerdote, como se ha hecho por los siglos de los siglos. Tenían tantas ganas de ser gobernadores para servir al pueblo de Yucatán que han trabajado día y noche despilfarrando dinero nuestro, para que al final no sean ellos los elegidos.

Ahí va Mauricio Sahuí Rivero con la suma de irregularidades cometidas desde hace meses, demandado por hacer precampañas pero nunca sancionado, ahora lo veremos menos alegre en las fotos, sus cuentas de banco ya no serán tan rebosantes en los años venideros. ¿Y su desempeño en la Sedesol? Muy bien gracias. Estadísticas maquilladas y programas efímeros y ejecutados con la única intención de hacerse propaganda a sí mismo sin pensar en lo que debía estar haciendo por el puesto que tiene. Ni que decir del flamante Delegado de la Semarnat que de repente se interesó a fondo en el tema del ambiente, el cuidado de las abejas meliponas, la protección de los bosques y muchas otras cosas más que son mera retórica demagógica para tomarse la foto y salir como profeta que anuncia la salvación del planeta, cuando por detrás permite la licitación de proyectos que producirán todo lo contrario. Y para no dejar de mencionar a otros señores más o menos defraudados por lo mismo, está el licenciado Víctor Caballero Durán que se rumoró en muchos espacios que era el favorito de Rolando Zapata. Y a pesar de su paso “brillante” por la Secretaría de Educación que preside perdió en el juego, tal vez no le puso todas las ganas o le ganó el cansancio. Por último, el más joven de todos los suspirantes, que es de todos conocido, hijo de Gamboa Patrón, ajonjolí de todos los males, perdón de todos los moles, quien al parecer tampoco meterá gol y no llegará a la meta a pesar de los grandes esfuerzos que puso en organizar comités de jóvenes en las colonias más desfavorecidas del régimen y olvidadas de Dios, que generosamente distribuyó resplandeciente equipo para mejorar el deporte en nuestro Estado, así como muchísimas otras buenas obras que tenían como objetivo, al menos aparente, el progreso y desarrollo de sectores sociales con bajos recursos.

De nada sirvieron los sacrificios realizados por estos señores, porque el supremo gobierno ha decidido por revelación casi divina que el ganador será Jorge Carlos Ramírez Marín. Aunque no fueran cercanos, por razones siempre políticas muy importantes que fortalecerán el bienestar de Yucatán, Zapata Bello ha sido inspirado para declararlo más pronto que tarde su candidato a la gubernatura. De nada sirvieron a los hoy afligidos suspirantes el abandono a sus familias estos meses, madrugar para llegar a los pueblos, estar pendientes de que llegaran a tiempo los camiones llenos de acarreados y tanto padecimiento que al parecer fue inútil. Lo siento muchísimo por ellos. Seguramente les darán alguna prebenda a cambio de su sacrificio. Ya lo veremos. (Megamedia).