Los conductores que transitaban por una concurrida carretera de la ciudad de Auckland (Nueva Zelanda) se llevaron una gran sorpresa al ver que una camilla para traslado de cadáveres salió despedida de la parte trasera de un coche fúnebre el pasado miércoles.
La camilla parecía llevar un cuerpo cubierto con una bolsa de plástico, según comentó para el diario local NZ Herald el conductor de un automóvil cuya cámara de salpicadero captó el incidente. Así lo afirmó también un trabajador de una gasolinera cercana que fue testigo del hecho.
Sin embargo, desde la empresa funeraria responsable del traslado afirmaron que la bolsa de cadáveres estaba vacía cuando se produjo el incidente. También explicaron que la camilla se salió porque el conductor no había cerrado debidamente la puerta trasera del vehículo. Actualidad RT