Migrantes transgénero de Centroamérica fueron víctimas de dos ataques en el refugio Centro Comunitario Caritas, donde hombres armados las golpearon y las amenazaron al igual que al personal del albergue e intentaron quemar el inmueble con la gente adentro.
Los ataques ocurrieron durante el fin de semana, cuando las víctimas reportaron que al menos seis hombres con armas entraron al refugio situado en la zona Centro, buscaron a las migrantes para atacarlas, pero al no hallarlas golpearon a una de las personas que estaban adentro.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), la agresión no fue reportada al número de urgencias; familiares y activistas sólo denunciaron públicamente el incidente.
Posteriormente se registró un segundo ataque en contra del Centro Comunitario Caritas, pero esta vez los agresores colocaron un colchón en la puerta del lugar para evitar la salida de la gente que estaba adentro, para luego prenderle fuego.
Uno de los voluntarios narró que el último incidente ocurrió el domingo por la noche mientras dormían. Dijo que en medio del silencio, el olor a quemado comenzó a colarse entre las habitaciones, algunos despertaron y al rastrear el origen del humo detectaron que la puerta de la entrada estaba bloqueada por un incendio.
Sobre estos incidentes, el alcalde Juan Manuel Gastélum Buenrostro puso en duda la veracidad de lo ocurrido en el albergue, aunque declinó asegurar que se trate de actos calculados para obtener apoyo o atención oficial. En tanto, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) abrió un expediente para confirmar si los ataques están relacionados con la discriminación.
Inician huelga de hambre. En Hermosillo, Sonora, en demanda de una visa humanitaria del gobierno mexicano, 15 centroamericanos se instalaron en huelga de hambre afuera de las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM).
Luego de una misa, el grupo de ocho mujeres y siete hombres acusó que desde que llegaron sólo se han otorgado 40 documentos, de cerca de 300 que se habían prometido.
Fuente: El universal