Arqueólogos del INAH descubrieron los restos de una plataforma circular en la plancha del Zócalo que hace 174 años funcionara como el inicio de un Monumento a la Independencia que se quedó en esbozo; esto dentro de la supervisión que realiza la institución de la remodelación de la Plancha de la Constitución.
La plataforma circular, cuyas dimensiones son de 8 metros de diámetro y 28 centímetros de altura, encontrada a 30 centímetros de profundidad y al norte del asta bandera fue creada como parte de un monumento que inicio el 16 de septiembre de 1843, mismo que aprobó Antonio López de Santa Anna pero que tras el contexto y las deudas del país se quedó a medias y sin terminar, corroboran los arqueólogos Alejandro Meraz, Gonzalo Díaz, Rubén Arroyo y Ricardo Castellanos quienes comprobaron lo citado en fuentes históricas.
El INAH aprobó el pasado 21 de abril la rehabilitación de la Plaza de la Constitución que incluye la sustitución del piso de concreto y la creación de una infraestructura peatonal, por lo que los arqueólogos supervisan los trabajos de remodelación.
Los especialistas informan que el espacio se delimita por una banqueta circular de 28 centímetros que presenta accesos que coinciden con las entradas de la Catedral metropolitana y el Palacio Nacional pero pudo haber contado con accesos hacia los 4 puntos cardinales que fueron dañados debido a una excavación hecha a fines del siglo XX para introducir el asta bandera.
La plataforma está construida con un núcleo de mampostería y paramento de bloques de basalto de diferentes dimensiones; el piso del patio consta de lajas, mientras que la banqueta está conformada por grandes bloques de basalto, riolita y andesita, señaló el arqueólogo Alejandro Meraz Moreno.
En un comunicado del INAH, los arqueólogos, pertenecientes a la Dirección de Salvamento Arqueológico, dicen sentirse orgullosos de descubrir lo que ellos llaman el verdadero Zócalo.
Después de revisar y registrar la plataforma el equipo del INAH protegio los restos con una cubierta geotextil y tepetate que permiten continuar con los trabajos de rehabilitación a cargo del Gobierno de la Ciudad de México y las empresas PIASA e IIIMSA. Por el momento sólo existe la propuesta de instalar una placa que recuerde el hallazgo arqueológico.