Yineth Trujillo no fue a la guerra, la obligaron a ir. A los 12 años, fue una de los miles de menores reclutados forzosamente por las guerrillas colombianas para participar en el conflicto armado. Integró las FARC durante varios años hasta que logró escapar. Pero de su pasado, en el proceso de la reinserción a la sociedad, no ha podido huir.
Ella es la protagonista del documental Alias Yineth, la mujer de los siete nombres, que recuerda su paso como niña campesina, joven guerrillera, una bailarina de cabaret, una madre de clase media y una vocera de las campañas del Gobierno a favor de la paz. Todas etapas marcadas por su historia de vida y en la búsqueda de un futuro estable.
Creo que en el proceso que ha tenido Yineth, su mayor logro ha sido que ha podido elegir cómo vivir, pero no del todo. Siempre pertenece a un espacio marginal. Si alguien se entera que es una ex combatiente, probablemente no le cae bien, señala Daniela Castro, directora de la película junto a Nicolás Ordóñez.
La realizadora la conoció hace más de cinco años durante el rodaje de otra producción y el impacto fue instantáneo. Ella tenía algo que yo no podía descifrar. Con el tiempo entendí que era una mujer muy compleja, con muchas capas, muchas versiones de sí misma. Ese primer encuentro fue un poco patético porque me largué a llorar en la mitad de la entrevista. Fue algo muy particular, muy bonito, y salí con ella en la cabeza, recordó.
El documental muestra cómo Yineth busca reinventarse, una y otra vez, para lograr ser parte de una sociedad colombiana que parece no estar lista para recibir a los desmovilizados, luego del acuerdo de paz firmado entre el gobierno y las FARC tras medio siglo de guerra. A la sociedad civil hace muy poco que se le habla de estas personas. No está preparada aún para recibir a estas personas con un verdadero perdón. Claramente tienen culpas y claramente también son víctimas. Son víctimas y victimarios, y así hay que recibirlos, consideró Castro.
En ese sentido, recordó el día del plebiscito sobre el acuerdo. Estaban juntas esperando los resultados en los que, sorpresivamente, se impuso el No. Fue uno de los días más tristes que pasamos. Estábamos con una esperanza infinita, fue muy doloroso, señaló.
La directora también hizo hincapié en las difíciles condiciones de la población que no siente la presencia del estado y su destino ha sido decidido por el conflicto: El lugar donde nació Yineth ni siqueira aparece en el mapa. No hay un hospital, no hay una escuela, y esa es la manera más grande de darle la espalda. Además porque la gente no tiene cómo trabajar. Si tú naces en un lugar donde lo único que hay es la guerra, ¿pues qué vas a hacer? La guerra.
La película se estrenó este jueves y se proyectará todos los sábados de marzo en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Foto: Infobae
Aunque el estreno en Colombia está programado para agosto, en Argentina se adelantó para marzo, buscando que coincida con los actos por el Día Internacional de la Mujer. Al respecto, Castro afirmó que las mujeres de toda América Latina, aún sin la experiencia de la guerra, pueden verse reflejadas en Yineth: Son sobrevivientes de cierta manera. Hay muchas maneras de violencia. La guerra fue para Yineth una consecuencia de una violencia intrínseca que va mucho más allá, que es generacional. Nos pertenece a todos, a todo el continente. Estamos metidos en una especie de visión hacia las mujeres bastante particular en la que son vulneradas constantemente.
Entre todas las adversidades, el documental retrata la fuerza de la protagonista para seguir luchando por una estabilidad emocional. La tierna relación con su hija, la historia de amor que traza con un hombre comprensivo y su posterior boda. Pero Castro también intenta bajar a tierra la imagen de heroína que el espectador podría llevarse: Me di cuenta que es un ser humano. Que podemos tener grandes diferencias, pero que a pesar de eso tenemos que encontrar un sentido común.
Por ello, la directora considera que una contradicción del ser humano es el mayor descubrimiento de la película, al apuntar que la protagonista es adicta a su pasado.
Yineth a simple vista parece una mujer que por medio de la transformación trató de huir a su pasado, de escapar, de ocultarlo, pero es muy consciente de que es su pasado lo que la hace especial. Hay una dicotomía particular allí. La gran contradicción de un pasado así de doloroso que ella no quiere soltar. Infobae