Luego de que el diario Chicago Tribune publicara que los empleados de Mondeléz Internacional, fábrica encargada de elaborar las famosas galletas Oreo, habían demandado a la misma por, supuestamente, haber contraído cáncer pulmonar a causa de las altas exposiciones de diacetilo, saborizante artificial; ONGs advirtieron que la salud de los trabajadores de la planta Nuevo León, México, podría estar en riego.
En noviembre del año pasado, Martha Ojeda, de la organización Worker Justice, reveló que: "En las galletas, en el pan, todo eso, usan mucho el diacetileno, y el diacetileno causa problemas respiratorios, que causa enfisema pulmonar y cáncer pulmonar. Ahorita hay demandas de trabajadores de Chicago a Nabisco por exactamente la exposición prolongada de esos químicos y que tienen problemas de cáncer".
Además, mencionó que el traslado de la fábrica de galletas a México, no fue casualidad, ya que, Mondeléz, "se mueve a lugares donde la mano de obra es barata y donde no hay un sistema que aplique la ley como México.
En entrevista para Noticieros Televisa, empleados de la planta Nuevo León, dijeron que a diario manipulan entre 18 y 20 químicos sin protección.
"Así es como nos presentamos a laborar, sin equipo de seguridad, ni guantes, ni lentes, ni tapabocas nos dan. El químico LiF (Fluoruro de litio), allá como nos lo explicaron, es más fuerte que el ácido muriático.
"Luego te duele la cabeza y te mareas. El que piden mucho es el LiF, quema en los brazos, en la parte donde te caiga ahí te quema", mencionaron.
Los productos de la empresa en cuestión, también podrían afectar a sus consumidores; Greenpeace incluyó a Nabisco, empresa subsidiada por Mondeléz, las galletas Ritz y Oreo en una lista de productos que se recomienda no ingerir debido a que el fabricante no brindó garantías de que no utiliza insumos genéticamente modificados.